viernes, 21 de septiembre de 2012

El origen: los años dorados del musical

Un musical es mucho más que una película "con canciones y bailes". Los números musicales de la mayoría de estos largometrajes están estrechamente relacionados con la trama; la complementan hasta tal punto que, si fueran eliminados, la película no tendría sentido.

¿Cómo nació este género?


En la época del cine mudo, las películas se acompañaban con música en directo, tocada por un pianista o incluso por una orquesta.


En 1927, apareció la primera película sonora: The jazz singer (El cantante de jazz). En realidad, era muda en su mayor parte, pero incluía canciones, por lo que podríamos considerarlo el primer musical de la historia del cine. A pesar de que no fueron pocas las críticas, a esta película le siguieron otras que tampoco eran del todo mudas. Los actores tuvieron que adaptarse a la nueva situación, aunque muchos de ellos fueron sustituidos por actores de teatro que venían de Broadway (pues estaban más acostumbrados a cantar y tenían mejores voces).


Durante esos años, las secuencias en las que se cantaba o bailaba eran muy "realistas", ya que intentaban crear situaciones en las que hubiera que realizar estas actividades (todo lo contrario a los musicales actuales, donde los actores dejan lo que están haciendo en un momento dado para crear un número musical).

Esta nueva forma de hacer películas tuvo mucho éxito y la gente comenzó a verlas no tanto por su argumento, sino por la novedad del sonido. Así, en 1929, The Broadway melody (La melodía de Broadway), primer largometraje íntegramente hablado con canciones y bailes, logró el Óscar a la mejor película.


En los años 30, el cine musical se convirtió, junto al cine negro, en el género favorito de los estadounidenses. Esto se debía en parte a la crisis económica que estaba sufriendo el país. La gente quería distraerse, y los musicales lo conseguían: eran películas alegres y divertidas, tocaban el tema del amor y las canciones eran muy pegadizas. Por eso, se suele decir que fue la época dorada o edad de oro del musical.

Una de las grandes figuras de esos años fue Busby Berkeley, quien realizó coreografías para grandes películas como 42nd street (Calle 42).


La pareja formada por los actores Fred Astaire y Ginger Rogers protagonizaron varias películas de argumento similar (la preparación de una obra musical y su estreno) pero que tuvieron un gran éxito. La primera fue Flying down to Rio (Volando a Río), en la que interpretaban un papel secundario, y después llegaron Top Hat (Sombrero de copa), The Gay Divorcee (La alegre divorciada)...



También hay que destacar el primer largometraje de animación producido por Disney: Snow White and the Seven Dwarfs (Blancanieves y los 7 enanitos), estrenado en 1937.



Compositores tan importantes en aquella época como Gershwin (autor de la obra Rhapsody in Blue o de la conocida ópera Porgy and Bess), Irving Berlin (compositor para la película The jazz singer) o Cole Porter pusieron música a muchas de estas películas.



En los años 40, el musical se consolida: hay más variedad en las tramas y las posibilidades técnicas son mayores, como se puede apreciar en El mago de Oz, película con mucho más colorido. Su protagonista, Judy Garland, se convirtió entonces en una actriz muy famosa, actuando en largometrajes como Meet me in St Louis (Cita en St Louis), The Pirate (El Pirata, donde hace pareja con Gene Kelly) o Easter Parade (Desfile de Pascua, con Fred Astaire).

Otra figura importante fue Gene Kelly (actor, bailarín, coreógrafo, guionista, productor y director). En 1949 actuó, junto con Frank Sinatra entre otros, en la película On the town (Un día en New York) de la que también fue coodirector con Stanley Donen. Esta película fue toda una novedad y marcó un antes y un después en la historia de los musicales, ya que las escenas de exteriores se grabaron en la calle (hasta ese momento se hacía en los propios estudios).


Pero sin duda, la mejor época del musical fue la década de los 50. Incluso había productoras que solo realizaban este tipo de películas, destacando la Metro Goldwyn Mayer. En estos años aparecieron algunos de los mejores musicales de la historia, como Singin' in the Rain (Cantando bajo la lluvia) en 1952 o An American in Paris (Un americano en París) en 1951. Otras películas que merece la pena mencionar son: Gentlemen prefer Blondes (Los caballeros las prefieren rubias); Seven Brides for Seven Brothers (Siete novias para siete hermanos); Funny Face (Una cara con ángel, en la que actua la pareja Astaire-Hepburn)...





En 1960, el género cambió completamente con la aparición de West Side Story (1961), una versión actualizada (y musical, obviamente) de Romeo y Julieta. Por lo tanto, las películas dejaron de ser cómicas, tenían un final dramático y las historias que se contaban eran más complejas. Otras películas: Camelot, The Sound of music (Sonrisas y lágrimas, con Julie Andrews como protagonista), My fair Lady, Gigi, Hello Dolly (dirigida por Gene Kelly y protagonizada por Barbra Streissand)...





La próxima semana comentaré alguna de estas películas más en profundidad. ¿Te gustaría que escribiera sobre tu musical favorito? Dime cuál es y si quieres que hable sobre algún aspecto en concreto (curiosidades, cómo se grabó...). ¡Espero tu comentario!

3 comentarios:

  1. Buenos días, he estado leyendo el post con atención y me parece un tema apasionante. Felicidades por el trabajo. Quería preguntar, no obstante… ¿Existe el género del cine musical en España? Gracias por adelantado.

    ResponderEliminar
  2. Me gusta el modo en que presentáis los musicales. Lo hacéis atractivo y sencillo, pero echo en falta mi musical preferido: Mary Poppins.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tienes razón, Oscar. Mary Poppins en un musical muy importante, ¡no sé cómo se me ha podido olvidar! Además, es uno de mis favoritos.
      Me alegro de que te guste nuestro blog.
      Un abrazo.

      Eliminar